Pronación dolorosa del codo/Maniobra
A continuación Cuento de un médico de pueblo: el que quiera leerlo siga la nota.
El que quiera ver el video es muy explicativo de esta maniobra maravillosa.
El editor.
Magia, curanderismo y medicina de pueblo.
Caballo de un paciente atado esperando la consulta. Situaciones comunes en la medicina rural en Uruguay. Foto del editor/2008 |
A esto se agrega que eres vecino de la familia que acude a tí (quien no es vecino de cada uno y todos los mil quinientos en un pueblo pequeño) y que tus hijos son uno mas en la escuela con todos los demás niños y que en el almacén somos todos iguales para esperar turno. Las palabras para la explicación del caso, cuando alguien golpea a la puerta se agotan, se dejan de lado y uno tan solo se dedica a hacer lo que ha definido como su tarea o en el mejor de los casos "vocación"
Rosana tenía como unos 25 o 26 años. Golpeó la puerta de casa el mediodía de un domingo, cuando estábamos por comer. Su hijo pequeño de dos años, en la mañana se había colgado de un brazo jugando y desde ese momento yo no lo movía mas. El miembro colgaba típicamente inmóvil junto al cuerpo.
Rosana lloraba. - Debe estar quebrado- me dijo.
Le pregunté algo mas mientras le tomaba el brazo muy despacio por el codo al niño. El me miraba con cara temerosa, pensando seguramente que le provocaría dolor. No tenía dudas así que hice la maniobra una vez mientras charlábamos. Nada, pero tampoco despertó dolor. La hice otra vez con mayor atención y sentí el característico sonido, CLAC!, le pedí que me agarrara un dedo apretándole el otro brazo contra el cuerpo, se rió y levantó la mano que hasta hacía un segundo estaba inerme colgando y apretó mi dedo. Rosana lloraba mas, pero de alegría.
- ¿Como hizo?¿Cuánto le debo? ¿No necesita tomar o hacer nada mas? Su cara era de sorpresa incomprensible. Es increíble decía, pensaba que tendría que marchar para el hospital (que distaba 75 km.). Le dije que fuera tranquila, que era todo lo que había que hacer y me fui a comer. La mesa pronta esperaba por mí. Esta vez no hubo reclamos por la demora de la consulta, lo que era habitual. Comimos tranquilos el asado de domingo.
Poco tiempo después, inevitablemente, resonaron comentarios en el pueblo sobre mis pretendidos actos de magia o sobre el poder de curar.
También me resulta "mágica" esta maniobra que la he realizado con éxito un par de veces mas, una con uno de mis hijos. Este tal vez sea un ejemplo extremo del "poder de curar", pero el acto médico tiene mucho de mágico y chamánico en el quehacer de todos los días. Algunos pacientes lo ven así. Otros no le ven pero se favorecen de este efecto de todos modos. Otros incluso lo necesitan.
Muchos médicos ni perciben que este poder no viene de ellos, sino que depende del vínculo, de la confianza, y de las destrezas. No tengo claro que haya reglas para esta dimensión del proceso salud enfermedad pero diría que por lo menos que Chamán no es el que se lo propone. A veces así se dispone.
El editor/MPizzanelli
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