Es necesario tocar a los pacientes



Entre el ipatient y el chamanismo

Seguramente hemos leído muchas veces sobre el valor predictivo del examen físico.

Sin embargo existen otras razones para examinar a las personas que acuden a nosotros. Hay algo sagrado en este ritual de escuchar y tocar a los pacientes cuando ellos nos admiten en su espacio personal íntimo. Allí comienza un vínculo necesario para restablecer el equilibrio perdido.

Hace mas de 10 años estando en Texas, los docentes del departamento de medicina familiar y comunitaria ya se quejaban de lo "poco clínicos" que eran sus residentes. Solicitaban ecocardiogramas en lugar de auscultar y TAC de cráneo en lugar de realizar anamnesis y examen neurológico a sus pacientes. La fragmentación asistencial y la pseudo bonanza económica de este país, podrían estar entre las causas de este fenómeno. Sin duda la forma en como se forman los médicos también. No es una característica de la que escapen nuestros médicos en un país también con fragmentación asistencial y en el que el consumo comienza a llegar para quedarse en los territorios médicos.

El contacto en la dimensión humana entre las personas y sus sanadores es imprescindible para que se de esa relación en la que los dos se benefician por igual con mejores resultados.

Escuchar, solicitar permiso para invadir la intimidad, mirar a los ojos, tocar, examinar, razonar clinicamente y abordar en forma integral, son todas pistas que nos permite entender que el ejercicio de la medicina, sigue siendo un arte milenario en el que las maquinas aportan un poco mas de luz y son solo un instrumento mas.

El editor

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