A quien le quepa el sayo...
“A quien le quepa el sayo que se lo ponga”
Es natural sentir alarma cuando desde la estructura sistémica se perciben cambios peligrosos que pueden llevar a problemas relevantes de salud pública. ¡Nadie quiere volver a tener Poliomielitis en Uruguay! La muerte por tétanos es algo terrible que no queremos para nadie. La mortalidad por intercurrentes luego de eruptivas provoca importante impacto en la salud infantil.
La situación actual sobre el asunto tasas de vacunación en Uruguay, me merece algunos comentarios.
Para comenzar es necesario asumir algunas cosas: analizar qué es lo que nos quieren decir estos datos requiere un análisis profundo y calmado e implica una mirada desde múltiples perspectivas.
En segundo lugar ponerse el sayo y asumir las propias responsabilidades es algo que las autoridades deben hacer con calma y sin culpa, dado que Uruguay ha sido un ejemplo en la región y el mundo. De todos modos colocar la responsabilidad fuera es un acto de poca criticidad y que muestra reducida capacidad de análisis. Me refiero a querer transferir la responsabilidad de estas tasas de vacunación poblacional a pretendidos “grupos anti vacunas” que actúan en el país. Es una práctica bastante común en el globo y solo muestra una capacidad limitada de asumir y entender los cambios poblacionales, culturales y sociales, y entender los contextos de complejidad y opiniones diversas.
Datos y sistemas de registro en Uruguay.
Es necesario saber que el registro de datos sobre vacunaciones que se realiza al menos desde 1982 en delante de forma sistemática, ha pasado por varias etapas. El inicio de los registros en línea (a través de sistemas informáticos en red) comenzó en 2011[1]. Antes de la fecha mencionada esta actividad se realizaba en forma manual y analógica. Por tanto primera conclusión es que desde 1987 a 2010 los registros fueron en papel, imperfectos y probablemente sujetos a sub-registro. Las bases de datos universales comenzaron hace poco más de 6 años, por tanto estamos comparando registros de calidades totalmente disímiles, lo cual empaña el análisis de tendencias en la cobertura poblacional de vacunas. Sin embargo y a pesar de esto, Uruguay ha sido siempre considerado como u país líder por sus altos niveles de vacunación con cobertura vacunal que supera el 95% de la población.
Veamos los datos más de cerca
Los datos del Programa Nacional Operativo de inmunizaciones están disponibles en línea[2]. Si vemos este cuadro de cobertura vacunal desde 1987 hasta 2013 disponible en web del MIDES[3], hay varias cosas interesantes
La situación actual sobre el asunto tasas de vacunación en Uruguay, me merece algunos comentarios.
Para comenzar es necesario asumir algunas cosas: analizar qué es lo que nos quieren decir estos datos requiere un análisis profundo y calmado e implica una mirada desde múltiples perspectivas.
En segundo lugar ponerse el sayo y asumir las propias responsabilidades es algo que las autoridades deben hacer con calma y sin culpa, dado que Uruguay ha sido un ejemplo en la región y el mundo. De todos modos colocar la responsabilidad fuera es un acto de poca criticidad y que muestra reducida capacidad de análisis. Me refiero a querer transferir la responsabilidad de estas tasas de vacunación poblacional a pretendidos “grupos anti vacunas” que actúan en el país. Es una práctica bastante común en el globo y solo muestra una capacidad limitada de asumir y entender los cambios poblacionales, culturales y sociales, y entender los contextos de complejidad y opiniones diversas.
Datos y sistemas de registro en Uruguay.
Es necesario saber que el registro de datos sobre vacunaciones que se realiza al menos desde 1982 en delante de forma sistemática, ha pasado por varias etapas. El inicio de los registros en línea (a través de sistemas informáticos en red) comenzó en 2011[1]. Antes de la fecha mencionada esta actividad se realizaba en forma manual y analógica. Por tanto primera conclusión es que desde 1987 a 2010 los registros fueron en papel, imperfectos y probablemente sujetos a sub-registro. Las bases de datos universales comenzaron hace poco más de 6 años, por tanto estamos comparando registros de calidades totalmente disímiles, lo cual empaña el análisis de tendencias en la cobertura poblacional de vacunas. Sin embargo y a pesar de esto, Uruguay ha sido siempre considerado como u país líder por sus altos niveles de vacunación con cobertura vacunal que supera el 95% de la población.
Veamos los datos más de cerca
Los datos del Programa Nacional Operativo de inmunizaciones están disponibles en línea[2]. Si vemos este cuadro de cobertura vacunal desde 1987 hasta 2013 disponible en web del MIDES[3], hay varias cosas interesantes
Primero debería analizarse en detalle (cosa que no haremos aquí) si realmente configura una tendencia desde el punto de vista estadístico, el comportamiento aparentemente “descendente” en la cobertura en algunas vacunas desde 2011. En realidad vemos que la curva en términos generales representa oscilaciones discretas ascendentes y descendentes (sinusoide)[1].
Pero vayamos a un análisis preliminar
superficial por cierto, de los números más concretos.
Aquí mostramos este cuadro parcialmente, solo desde el año 2008 al 2014. Vemos los porcentajes de niños cuyas vacunas han sido registradas. Recordemos que el registro en línea comenzó en 2011.
Observemos que la vacunación BCG tiene la más alta tasa siempre a lo largo del tiempo y se mantiene constante.
En segundo lugar los porcentajes de vacunación para DPT-B-Hib bajan un punto porcentual desde el año 2011. Otro dato destacable es que las vacunaciones que en el esquema se sugieren a los 12 meses, tiene una tasa de vacunación que no ha cambiado desde 2007 y el mejor año ha tenido un 97% (ver el cuadro completo cuyo enlace está en la referencia 3).
Algunas rápidas conclusiones: es necesario un estudio más exhaustivo para atribuir causas al descenso de cobertura de inmunizaciones. Se me ocurren varias apreciaciones y preguntas de investigación.
1) La vacuna más compulsiva, ya que la reciben casi todos los niños antes del alta hospitalaria al nacer es la BCG. Aun así no logra 100%, ¿Porque? esa es una buena pregunta de investigación.
2) ¿Esta coincidencia de “caída” de porcentaje en el año de inicio del registro en línea como puede ser interpretada? Varias hipótesis: no conocemos con exactitud los estándares de capacitación del personal para conseguir el registro de toda la actividad sanitaria vacunal. No conocemos datos de la disponibilidad y acceso al sistema para saber si realmente fue y es universal este registro. ¿Existen otras variables a tener en cuenta para atribuir estas cifras a otras causas?
3) ¿Por qué ocurre el descenso de un punto porcentual en las vacunas que el esquema sugiere realizar a los 2, 4 y 6 meses y no con las que se realizan a los 12 meses?
Observemos que la vacunación BCG tiene la más alta tasa siempre a lo largo del tiempo y se mantiene constante.
En segundo lugar los porcentajes de vacunación para DPT-B-Hib bajan un punto porcentual desde el año 2011. Otro dato destacable es que las vacunaciones que en el esquema se sugieren a los 12 meses, tiene una tasa de vacunación que no ha cambiado desde 2007 y el mejor año ha tenido un 97% (ver el cuadro completo cuyo enlace está en la referencia 3).
Algunas rápidas conclusiones: es necesario un estudio más exhaustivo para atribuir causas al descenso de cobertura de inmunizaciones. Se me ocurren varias apreciaciones y preguntas de investigación.
1) La vacuna más compulsiva, ya que la reciben casi todos los niños antes del alta hospitalaria al nacer es la BCG. Aun así no logra 100%, ¿Porque? esa es una buena pregunta de investigación.
2) ¿Esta coincidencia de “caída” de porcentaje en el año de inicio del registro en línea como puede ser interpretada? Varias hipótesis: no conocemos con exactitud los estándares de capacitación del personal para conseguir el registro de toda la actividad sanitaria vacunal. No conocemos datos de la disponibilidad y acceso al sistema para saber si realmente fue y es universal este registro. ¿Existen otras variables a tener en cuenta para atribuir estas cifras a otras causas?
3) ¿Por qué ocurre el descenso de un punto porcentual en las vacunas que el esquema sugiere realizar a los 2, 4 y 6 meses y no con las que se realizan a los 12 meses?
¿Quién es responsable?
Algunos países en Europa han introducido programas de vacunación compulsiva este año desde mayo. Esto se ha debido al aumento de casos de Sarampión por ejemplo. Esta es la situación de Italia , pero ha ocurrido en otros países del Mediterráneo. Si bien hay reportes de casos y han ocurrido rápidas reacciones desde los responsables de políticas de salud pública, no he visto análisis sobre el impacto que se está produciendo en esta zona del globo desde el punto de vista social cultural y económico debido al ingreso de inmigrantes en Europa, fenómeno bien conocido por todos. La vacunación puede ser una forma de sanitarización social y de “cuarentena moderna”, al estilo III milenio (generar miedo a lo distinto, una estrategia bastante difundida), para un numeroso grupo de “excluídos” que son vistos por algunos sectores extremistas en su pensamiento y acción, como una complicación en el sistema. Otro problema a considerar es que este aumento de casos ha ocurrido en países con una alta tasa vacunal, como en Portugal[5]. Este año en Navarra, que tiene un 97% de cobertura vacunal, tambien hubo un brote de Sarampión. Las cosas no son tal simples: 11 en 49 casos de Sarampión fueron en adultos jóvenes vacunados (entre 23 y 38 años)[6]. Será necesario dar refuerzos. ¿Cuán eficaz es la vacuna contra el sarampión? Este artículo de Finlandia muestra una perspectiva bastante interesante[7]
¿Tenemos un número de vacunadores que permita un adecuado acceso?
¿Por qué existen personas y familias que no cumplen con las vacunaciones?
¿Qué causas tiene este fenómeno de resistencia cultural[8]?
¿Cómo actúan los determinantes socio-culturales-económicos de la salud?
¿Optamos por un modelo compulsivo o uno educacional para combatir las enfermedades contagiosas?
¿Existen mensajes confusos respecto al beneficio de los programas poblaciones de inmunizaciones? ¿Las empresas fabricantes de vacunas son siempre honestas y buscan el bien colectivo o responden a sus intereses comerciales por sobre todo?
¿Estos intereses colaboran o entorpecen en la toma de decisiones respecto a las políticas públicas sobre inmunizaciones?
¿Dónde está el nivel de tolerancia de la sociedad y del sistema para los que toman decisiones diferentes a lo que se impone desde el sistema?
¿Son iguales todas las vacunas en sus perfiles de seguridad y eficiencia?
Definitivamente en Uruguay no queremos niños con Poliomielitis, ni muertes por Sarampión o tétanos, pero todo este asunto necesita un poco más de caletre, menos de estoicismo institucional y aceptar que es necesario siempre pensar en las causas de las causas [9] en los fenómenos con crecientes escenarios de complejidad humana, cultural y en escenarios en los que coincide el conflicto entre los intereses colectivos e individuales y corporativos con las decisiones de salud pública.
Dr. Miguel Pizzanelli
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.
Magister en Investigación en Atención Primaria.
PD: las cepas circulantes de Sarampion en Roraima (Brasil) y Colombia son probablemente procedentes de Venezuela. La reaparición de esta enfermedad en Argentina, puede tener la misma procedencia[10]. ¿No será mas sensato en este momento pensar como recibir inmigrantes con una mentalidad de protección y salud pública para todos, sin estigmatizar?
[6] http://www.gacetasanitaria.org/es/reticencia-vacunal-analisis-del-discurso/avance/S0213911117301838/
[7] Peltola
H, Jokinen S, Paunio M, Hovi T, Davidkin I. Measles, mumps, and rubella in
Finland: 25 years of a nationwide elimination programme. The Lancet Infectious
Diseases [Internet]. 2008 Dec 1 [cited 2018 Apr 5];8(12):796–803. Available
from: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1473309908702822
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